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jueves, 6 de mayo de 2010

El 19 de abril y el proceso venezolano actual

EL 19 DE ABRIL Y EL PROCESO VENEZOLANO ACTUAL

El tema del Bicentenario ha desatado los demonios historiográficos contenidos durante muchos años. Desde los inicios de la Academia Nacional de la Historia en los años finales del siglo XIX, en torno al 19 de abril de 1810 se tejieron un conjunto de interpretaciones que en la actualidad, estamos poniendo en duda los historiadores que conformamos esa generación intermedia, formada por los que fueron grandes maestros, tales como Manuel Caballero, Germán Carrera Damas, Elías Pino Iturrieta, entre otros insignes intelectuales, pero de cuyas interpretaciones hemos tomado distancia respetuosa.
Todos ellos coinciden en avalar la construcción de la historia que sobre esos acontecimientos ha surgido como dominante y que en grandes rasgos podemos caracterizar: 1) los sucesos de 1810 no son un proceso revolucionario, pues no modifican en nada el orden socio-político; 2) el protagonismo de esos procesos recae sustancialmente en los blancos criollos y 3) no hay una participación popular propia, y sí la hay es producto de la influencia de los acontecimientos en Europa.
Todas estas características se conjugan para estructurar un discurso de la dominación. Es la lógica de una semántica que desde siempre se ha expresado en la historia del mundo: la semántica de la dominación versus la semántica de la resistencia. Cuando se dice que el 19 de abril no había pueblo, se dice que ese pueblo no participa pues no es capaz de entender el significado del momento histórico. Subyace en el planteamiento la base justificativa de la dominación y la exclusión social. El pueblo, en su ignorancia, no es proclive a asumir actitudes esclarecedoras en lo que respecta a su destino histórico; y como lógica continuación a esta dialéctica de la dominación, el pueblo sólo puede ser conducido por un líder preclaro. El fin es siempre el mismo: asegurar la obediencia debida y la sumisión. Por eso cuando desde el Centro Nacional de la Historia (CNH), la Comisión Nacional del Bicentenario (CNB) y el Archivo General de la Nación (AGN) se dice que debemos avanzar en una resemantización de la historia la respuesta de la Academia Nacional de la Historia (ANH) es contundente: ¡¡hay peligro para el futuro de Venezuela¡¡. Estamos de acuerdo con la ANH, hay peligro: el peligro que socialicemos el sentido histórico de los pueblos. El peligro que se asuma la historia más allá de la fechalización y la emeritización del acontecimiento, o lo que es lo mismo, el peligro que les hagamos entender a nuestros estudiantes de historia, que no todo es héroes, batallas y memorística. Que la historia tiene una relación con el hoy, a través del compromiso de la comprensión y el entendimiento.
La historia que se impulsa, es una historia que hace visibles a los sujetos subalternos, desaparecidos, que no están presentes en los manuales y en los discursos oficiales de la ANH y menos aun, de las investigaciones librescas de los académicos universitarios. Por eso el proceso de análisis que se plantea acerca de los sucesos del 19 de abril de 1810 genera tanta resistencia por parte de los sectores más conservadores de la historiografía venezolana.
Se preguntará el lector: ¿qué caracteriza esta interpretación que sobre el 19 de abril se genera en el CNH y el AGN? La respuesta es múltiple. Se asume el 19 de abril como un proceso de continuidad desde la categoría de resistencia, que se entiende como una dinámica de rebeldía y sublevación, con expresiones o acciones más o menos contundentes en un determinado momento histórico, pero que mantienen su carácter de oposición a la dominación. En esta clave, los sucesos de abril de 1810, son vistos como una dinámica que obedece a un proceso en la larga duración, de resistencia a la dominación europocéntrica que se genera en Nuestra América desde el siglo XV y que continua hoy en día, con las resistencias anticapitalistas que se expresan en la lucha de los movimientos sociales en torno a la defensa de la Pacha mamá.
La interpretación que se construye hoy, insiste en el rescate de las memorias por el valor histórico y cultural que implican. Hablar de memoria, es hablar de identidad, es hablar de sentido de pertenencia, es hablar de conciencia y es hablar de soberanía, más allá de un concepto político restringido a un espacio limitado. Hoy, los sucesos de abril de 1810 se conectan con el presente vivido en tanto ambos son manifestaciones de resistencias a la dominación. Manifiestan ambos momentos la confrontación entre la dialéctica del opresor versus la dialéctica del oprimido. Y en ese debate discursivo, los oprimidos exigen ser visibilizados a través de la participación que han tenido y para ello, la recuperación de las memorias de la resistencia es vital. Por eso, el sacar los Archivos de Francisco de Miranda y Simón Bolívar de la ANH, para ser llevados, cuidados, digitalizados y compartidos a través del trabajo de los amigos del AGN es tan importante. Hay todo un entramado simbólico detrás de la recuperación de esos archivos. Se trata de la recuperación misma del carácter colectivo y democrático de la memoria histórica, que ha sido secuestrada por los expertos historiadores, quienes son los únicos en conocerlos, manejarlos y entenderlos.
Se asume, que el 19 de abril de 1810 tiene un carácter doble, en su significado de lucha: es anti-imperialista y anti-capitalista. Esas dos (2) condiciones están presentes en el accionar del subcontinente hoy, y por lo tanto, hablamos de una conexión entre ese ayer de héroes – divinizados para alejarlos de la interpretación social colectiva- y el proceso de resistencia y rebelión que se concreta en la articulación de los anhelos de soberanía plena que subyacen en los discursos de Evo Morales, Rafael Correa, Lula, Hugo Chávez y los colectivos sociales que le dan sentido y sostenibilidad a las propuestas de liberación. De nuevo, asistimos a una manifestación objetiva de la lucha entre el discurso de la dominación contra el discurso de la liberación, y siguiendo a los teólogos de la liberación, para liberar al oprimido hay que liberar también al opresor. Liberarlo, significa exaltar su condición humana. Sí existe una cuestión que debe ser globalizada, ella es la humanidad, sólo la globalización de la humanidad, de la ciudadanía nos asegura nuestra supervivencia en todo este siglo XXI y más allá.
Se asume, que el 19 de abril, marca la manifestación de una lucha que tiene conexión con el ayer y con el hoy, visto desde la óptica de una deuda en torno a la construcción y definición en el SER y el HACER. Ser y hacer en la condición humana, en el equilibrio con nuestro universo. SER y HACER en la integración de saberes, en la solidaridad. La Revolución hoy, tiene un nuevo significado; que completa y expande las representaciones que se hicieron en el ayer sobre la revolución. Estas revoluciones de hoy, no son ya restringidas a libertades políticas o económicas, tales como lo impulso la lógica liberal en el siglo XIX. Las revoluciones del siglo XXI tienen un carácter más profundo, más humana, pues se tejen sobre el anhelo de profundizar en el encuentro de nuestra humanidad, que tan alienada está en este desbordante mundo de consumo.
El 19 de abril de 1810, tiene sentido en el hoy a través de ese compromiso que pasa por la socialización y democratización de la historia, que tan peligrosa resulta para los intereses que representa la ANH.
Dr. Juan Eduardo Romero
Historiador
Juane1208@gmail.com
05/05/2010

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DR. JUAN EDUARDO ROMERO (VENEZUELA)

Historiador, especialista en procesos políticos contemporáneos de América Latina. Docente e Investigador de la Universidad del Zulia en Venezuela. Profesor invitado en España, Francia, Italia, Colombia, Brasil, Nicaragua, Argentina, Ecuador, Cuba, México, Costa Rica. Investigador Nivel II del Programa de Promoción al Investigador (PPI) del Ministerio de Ciencias y Tecnología de Venezuela. Teléfonos (58) 261 7596253 (telfax oficina). (58) 4126543075 ( móvil). Correo electrónico: juane1208@gmail.com

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Doctor en Historia Social y Política Contemporánea. Profesor de la Universidad del Zulia, Venezuela. Especialista en Historia Contemporánea de América Latina. DEA en Gerencia Política y Gobernabilidad. Autor de más de 35 artículos sobre procesos políticos. Co-autor de seis Textos sobre Proceso Socio-político en Venezuela. Teléfono Telfax (58) 261 7596253, móvil (58)4126543075. E-mail: juane1208@gmail.com

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